sábado, 24 de septiembre de 2011

La era del diablo

¿Allí oyes allí afuera?
Solo un triste son,
Es el viento que huye
De la era del terror

Ya no hay noche, ha huido
No hay perdón, se ha ido

Y esos tristes pajarillos no se oyen,
Ya no,
Pues el diablo llegó y con el él pavor

Y el perro más valiente
Cual cobarde ha de huir,
Con el rabo entre las piernas
Ya no se le volverá a oír.

Ni el aullido de un feroz lobo es rival para él
Ya no se escucha nada,
Todos le temen

El diablo, de estas tierras, quiere hacerse señor
Pues el mundo pertenece a un niño
Y la adultez siempre será su temor.

Bye

Tantas formas de despedirse, y tantas ocasiones se pone en práctica.

Tantos recuerdos y tan poco sitio para guardarlos.

Tantas lágrimas parta tan pocos ojos, tan poca esperanza para tantas almas mustias que alimentar.

Rasga el cielo para encontrar una sonrisa y busca el viento que te traiga de vuelta.

Despedirse sin saber si habrá un nuevo saludo, la promesa  de volver se la llevo este caprichoso viento consigo...

No remuevas los recuerdos, no desesperes de añoranza, no te enfurezcas por no volver; porque pronto no querrás recordar con tal tesón el color del cielo de allá.

Recuerdos como el oro  que se volvieron pronto hierro, encerrados en un baúl, condenados al destierro.

En que perro mundo vivimos si enumero con una mano las formas de saludar, pero incontables son las formas de despedirse...